Garantiza al asegurado la indemnización en caso de incendio de los bienes determinados en la póliza, ya sea la reparación o reposición de las piezas averiadas, incluyendo los daños producidos en la extinción. Solo es obligatorio en caso de pedir un préstamo hipotecario al banco, según lo prescribe la Ley de Regulación del Mercado Hipotecario en España.